sábado, 17 de enero de 2015

Mamá cuéntame un cuento

Éste es el título de un libro que guardo desde bien pequeña por ayudarme a entender y a superar muchos de mis miedos y mis preocupaciones de la infancia.

Se trata de un libro que tiene muchas versiones y que incluye muchas historias relacionadas con aspectos cotidianos de la vida infantil. Cada una de estas historias sirvió a mis padres de apoyo y ayuda en su momento para explicarme y tratar de hacerme entender determinadas cosas.

Lo que solían hacer ellos es utilizar cada cuento cuando fuese necesario. Por ejemplo, en mi infancia tuve una temporada que tenía muchas pesadillas y temía que se llegara la hora de irme a la cama. Cuando ocurrió esto, mis padres echaron mano de este libro y eligieron la historia que más se adecuaba a este momento.

Os voy a mostrar algunos de estos breves cuentos que tanto me ayudaron de pequeña para que podáis comprobar la utilidad de los mismos.

Las pompas mágicas, es un cuento relacionado con la hora de ir al baño. Normalmente cuando somos pequeños pasamos por diferentes etapas y en muchas ocasiones aparece un momento en el que pareciera como si los niños odiaran el momento de la ducha. Están tan ensimismados en su juego o trasteando que siempre tratan de rehuir del baño.


En este cuento, el pequeño osito Bubi odiaba ducharse porque no le gustaba nada la espuma. Lo que de verdad le encantaba era ensuciarse de pies a cabeza.
Un día su madre, cansada de ver  a su hijo siempre sucio decidió ir a una herboristería en la que vendían pociones mágicas. El tendero le recomendó un gel de baño que con tan solo una gotita hacía miles y miles de pompas. 
Cuando Bubi entró en la bañera, por arte de magia las pompas empezaron a cobrar vida y el Doctor Jabón y el Ingeniero Geldebaño le explicaron la importancia de estar siempre limpios y aseados. 
Bubi se divirtió tanto que a partir de ese día se convirtió en un osito con mucha higiene.

El chupete de Cecilio, está preparado para el momento tan complicado en el que nuestros hijos tengan que dejar el chupete, este elemento que les ha acompañado prácticamente desde el nacimiento y al que cogen tanto cariño.


Cecilio era un cocodrilo ya mayor que aún seguía llevando su chupete. Sus padres estaban desesperados porque no conseguían que su hijo entendiera que ya era lo suficientemente grande como para seguir llevando chupete.
Un día, su papa le explicó que había un señor encantador que iba casa por casa recogiendo los chupetes de los niños mayores para dárselos a otros niños recién nacidos que no tenían. 
Cecilio acabó entregando su chupete al señor que los recogía porque al pensar en esos pequeños bebés que acababan de nacer y que no tenían un chupete se le enternecía el corazón.
Al entregar su chupete Cecilio se dio cuenta de algo en lo que hasta el momento no se había fijado, sin chupete, sonreía mejor.


Elisa y el dragón es una historia con la que podemos explicar a nuestros hijos que las pesadillas son solo malos sueños y que no tienen nada de real.


Elisa era una niña que desde hacía algún tiempo no quería acostarse. Sus papás estaban muy preocupados porque la niña no quería contarles el por qué de tal desazón.
Realmente Elisa no quería irse a la cama porque había tenido alguna que otra pesadilla en la que los dragones iban a asustarla cuando dormía. 
Cuando la niña estaba confesando lo que le ocurría a sus padres, desde el país de los dragones, Dragonalia, se podía escuchar como Elisa decía que los dragones asustaban a los niños.
Inmediatamente, todos los dragones del país se movilizaron para conseguir que esos rumores ridículos que circulaban por el país de los humanos desde hacía años se disolvieran. 
Para ello decidieron enviarle a Elisa un dragón de peluche muy agradable que consiguió hacerse amigo de Elisa.
Desde aquel momento la niña no volvió a tener miedo y empezó a dormir plácidamente.


Además de estos cuentos, el libro cuenta con historias para vencer la timidez del primer día de colegio, para aprender a lavarnos los dientes, para no ser tan antojadizos con los juguetes...
Considero que vosotros podéis sacar el mismo provecho a estos cuentos que mis padres obtuvieron de ellos cuando yo era pequeña. ¿Os atrevéis a comprobarlo?

2 comentarios:

  1. Me apasiona esta entrada, no conocía estos pequeños cuentos y me parecen importantísimos, ya que hablan de la higiene, de la timidez, las pesadillas, el chupete... y pueden ayudar, tanto a padres como a niños, a saber sobrellevar a aquello que se enfrenten, como por ejemplo, al miedo a dormir, el chupete, etc.

    En definitiva, me parece un libro ideal. Muy buen trabajo, ¡me encanta tu blog, Xenia!

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  2. Estas pequeñas historias pueden servir de gran ayuda sobre todo para los padres, que muchas veces no saben como abordar determinados aspectos con sus hijos.

    Me alegra que mi blog te este siendo útil, un abrazo

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