viernes, 2 de enero de 2015

La vendedora de fósforos

"A cada paso notaba como sus piececitos se le iban enfriando. Hasta que llegó un momento en que tuvo que detenerse porque no podía dar ni un paso más".

Cruel y conmovedora frase de la historia que me gustaría recordar, sobre todo en las fechas en las que nos encontramos. Aún me acuerdo de los días posteriores a que mi madre decidiera leerme este cuento, me dejó bastante pensativa, y es que es un cuento que no pasa desapercibido en la vida de nadie.

Se trata de una historia muy conocida basada en el cuento de Hans Christian Andersen. Nos habla de una pequeña niña que pertenecía a una familia muy pobre y que todos los días debía salir a la calle para vender cerillas y ganar un poco de dinero para llevar a casa. La pequeña pasaba demasiado tiempo a la intemperie y esto iba poco a poco haciendo mella en su cuerpo.
Era 24 de diciembre por la noche y aún no había vendido ni una sola cerilla porque la gente pasaba indiferente a su lado a pesar de que ella pedía desesperada por favor que le compraran alguna cerilla.
Ya estaba pensando en la cena de Nochebuena que no tendría con su familia al no haber vendido nada, cuando tuvo que resguardarse de la ventisca que se avecinaba.
Acurrucada en el rincón de un callejón tuvo que encender alguna cerilla para calentarse. Dicen que la Nochebuena es una noche mágica y así fue. De la última cerilla que le quedaba salió una luz blanca en la que pudo ver a su abuelita, quien había fallecido hace poco tiempo. Después de esto se la llevó con ella, la niña falleció.

Podemos encontrar muchas ediciones de este cuento más cortas o más largas, más sencillas o más complejas, dependiendo de la edad de nuestros hijos.






En las fotografías podemos observar dos ediciones diferentes adaptadas a distintas edades. En la segunda imagen vemos colores mucho más vivos y menos texto mientras que en la primera, los colores de las imágenes son mucho más tristes y apagados y encontramos más texto.

Realmente se trata de un cuento triste, aunque cuenta con ciertas pinceladas de magia. Muestra la cruda realidad que sigue afectando hoy en día a millones de niños que mueren al día por no tener ni un alimento que llevarse a la boca. Muchos de ellos, como la protagonista de este cuento, se ven obligados a trabajar desde bien pequeños y no pueden disfrutar de su infancia jugando o aprendiendo en la escuela.
Como he dicho, es una historia que toca uno de los temas que más miedo nos da tratar con los más pequeños, el de la muerte. Se trata de algo que va a estar presente a lo largo de la vida de los niños y cuanto antes lo normalicemos, en mi opinión, mejor. Más tarde o más temprano, tendremos que sufrir la pérdida de seres queridos y afrontarla con superación. 

Además, este cuento nos hace reflexionar sobre valores fundamentales como la solidaridad y la generosidad, así como aprender a valorar más lo que tenemos en nuestra vida. Hablo en plural porque esto no es solo una enseñanza para nuestros hijos, sino para nosotros mismos.

Al finalizar el cuento, en una de las ediciones que tengo, se pueden encontrar algunas actividades, sopas de letras, preguntas, adivinanzas... que podemos trabajar con nuestros hijos. Son actividades sencillas que podemos tener en cuenta para su aplicación en libros posteriores y así cerciorarnos de que los niños lo han comprendido.



A continuación os dejo un vídeo en el que sin palabras, se narra la historia de la pequeña cerillera.


                              

3 comentarios:

  1. Recuerdo como tú este cuento, con una tristeza infinita. Es lamentable que hoy día siga habiendo niños que mueran por no poder comer, o por no tener sitio donde descansar. Es un cuento que sigue vigente hoy día y que puede utilizarse en el aula o en casa para intentar explicar a los niños que hay personas que sufren, y no tienen porqué estar lejos, sino que pueden estar a la vuelta de la esquina. Sigue así. ¡Feliz año Xenia!

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  2. Muchas Gracias por leer mi blog Elena. ¡Feliz Año!

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  3. Lo que pretendo también es compartir lecturas conocidas y expresar lo que significan para mi, de modo que otras personas que lo lean, como tú, puedan sentirse identificadas .

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