domingo, 18 de enero de 2015

Importancia de la lectura en la Educación Infantil

Este es el título de un artículo escrito por Esther Hervas Anguita en el año 2008 con motivo del Día del Libro.

Lo que pretende esta autora con dicho artículo es promover la difusión del libro como factor cultural y dar una serie de pautas para colaborar en el plan de fomento a la lectura en la edad infantil.
Muchos de los aspectos que trata Hervas Anguita nos van a resultar muy familiares porque ya los hemos tratado en alguna ocasión en este blog.

Lo primero sobre lo que nos habla es sobre el Día del Libro, ¿alguna vez os habéis preguntado por qué se eligió el 23 de abril para este día y no otro?
En el año 1926 la Conferencia General de la Unesco decidió instaurar  en España este día el 23 de abril porque coincidía con la muerte de Miguel de Cervantes, Shakespeare, Garcilaso de la Vega y algunos autores reconocidos.


Al hilo de esto, me gustaría compartir con vosotros otras fechas importantes:

2 de abril, Día Internacional del libro Infantil y Juvenil.


24 de octubre, Día Internacional de la Biblioteca.


Retomando el artículo del que estamos hablando, Hervas Anguita nos habla de la importancia de la lectura en la vida diaria de un niño. En mi opinión, los libros deberían estar presentes de la misma manera que están presentes sus juguetes.

Además de las pautas que yo os he mostrado en mi blog, esta autora nos habla sobre algunas otras que también debemos tener en cuenta como por ejemplo, visitar la biblioteca con nuestros hijos, acudir juntos a la librería, convertir un libro en un premio o leer los libros en voz alta.
Otra de las nociones que nos da es la creación de un rincón para la lectura. En alguna ocasión os he hablado de la importancia de crear un "momento" para la lectura, pero si este momento siempre se realiza en un lugar concreto de la casa, contribuirá a fortalecer este hábito.

En algunas ocasiones no sabemos qué tipos de libros elegir para la edad de nuestros hijos, ¿les gustarán?, ¿no les gustarán?, ¿llamarán su atención?... bien, pues en este artículo la autora nos da una serie de orientaciones para elegir los libros más adecuados para nuestros hijos lo cual a mi me parece un aspecto importante a tener en cuenta. 
Centrándonos en la etapa de Educación Infantil que es principalmente la que nos concierne en este blog, Hervas Anguita considera que debemos mostrarles a nuestros hijos libros con abundantes ilustraciones para que el niño visualice lo que está leyendo.
Personalmente creo que los libros que les ofrezcamos deben ser llamativos, con colores vivos para atraer su atención incluso de manera inconsciente.

Después de esto se centra en proponer algunas actividades para realizar con nuestros hijos después de la lectura como por ejemplo, modificar el final, ensayar distintos tipos de voz en cada diálogo... También es necesario que nosotros utilicemos la imaginación y que seamos creativos a la hora de plantear actividades a nuestros hijos.

En mi opinión se trata de un artículo bastante completo puesto que desde su presentación despierta nuestra curiosidad ya que todos solemos saber cuando es el Día del Libro, pero muy pocos saben por qué motivo se decidió que fuera ese día.
De manera breve y concisa nos explica cómo podemos ayudar a nuestros hijos a crear el hábito de la lectura, qué criterios podemos utilizar a la hora de seleccionar libros adecuados a las edades de nuestros hijos y algo muy importante, qué tipo de actividades podemos llevar a cabo a posteriori de la lectura de un libro.

¡Os invito a que leáis el artículo al completo!

sábado, 17 de enero de 2015

Mamá cuéntame un cuento

Éste es el título de un libro que guardo desde bien pequeña por ayudarme a entender y a superar muchos de mis miedos y mis preocupaciones de la infancia.

Se trata de un libro que tiene muchas versiones y que incluye muchas historias relacionadas con aspectos cotidianos de la vida infantil. Cada una de estas historias sirvió a mis padres de apoyo y ayuda en su momento para explicarme y tratar de hacerme entender determinadas cosas.

Lo que solían hacer ellos es utilizar cada cuento cuando fuese necesario. Por ejemplo, en mi infancia tuve una temporada que tenía muchas pesadillas y temía que se llegara la hora de irme a la cama. Cuando ocurrió esto, mis padres echaron mano de este libro y eligieron la historia que más se adecuaba a este momento.

Os voy a mostrar algunos de estos breves cuentos que tanto me ayudaron de pequeña para que podáis comprobar la utilidad de los mismos.

Las pompas mágicas, es un cuento relacionado con la hora de ir al baño. Normalmente cuando somos pequeños pasamos por diferentes etapas y en muchas ocasiones aparece un momento en el que pareciera como si los niños odiaran el momento de la ducha. Están tan ensimismados en su juego o trasteando que siempre tratan de rehuir del baño.


En este cuento, el pequeño osito Bubi odiaba ducharse porque no le gustaba nada la espuma. Lo que de verdad le encantaba era ensuciarse de pies a cabeza.
Un día su madre, cansada de ver  a su hijo siempre sucio decidió ir a una herboristería en la que vendían pociones mágicas. El tendero le recomendó un gel de baño que con tan solo una gotita hacía miles y miles de pompas. 
Cuando Bubi entró en la bañera, por arte de magia las pompas empezaron a cobrar vida y el Doctor Jabón y el Ingeniero Geldebaño le explicaron la importancia de estar siempre limpios y aseados. 
Bubi se divirtió tanto que a partir de ese día se convirtió en un osito con mucha higiene.

El chupete de Cecilio, está preparado para el momento tan complicado en el que nuestros hijos tengan que dejar el chupete, este elemento que les ha acompañado prácticamente desde el nacimiento y al que cogen tanto cariño.


Cecilio era un cocodrilo ya mayor que aún seguía llevando su chupete. Sus padres estaban desesperados porque no conseguían que su hijo entendiera que ya era lo suficientemente grande como para seguir llevando chupete.
Un día, su papa le explicó que había un señor encantador que iba casa por casa recogiendo los chupetes de los niños mayores para dárselos a otros niños recién nacidos que no tenían. 
Cecilio acabó entregando su chupete al señor que los recogía porque al pensar en esos pequeños bebés que acababan de nacer y que no tenían un chupete se le enternecía el corazón.
Al entregar su chupete Cecilio se dio cuenta de algo en lo que hasta el momento no se había fijado, sin chupete, sonreía mejor.


Elisa y el dragón es una historia con la que podemos explicar a nuestros hijos que las pesadillas son solo malos sueños y que no tienen nada de real.


Elisa era una niña que desde hacía algún tiempo no quería acostarse. Sus papás estaban muy preocupados porque la niña no quería contarles el por qué de tal desazón.
Realmente Elisa no quería irse a la cama porque había tenido alguna que otra pesadilla en la que los dragones iban a asustarla cuando dormía. 
Cuando la niña estaba confesando lo que le ocurría a sus padres, desde el país de los dragones, Dragonalia, se podía escuchar como Elisa decía que los dragones asustaban a los niños.
Inmediatamente, todos los dragones del país se movilizaron para conseguir que esos rumores ridículos que circulaban por el país de los humanos desde hacía años se disolvieran. 
Para ello decidieron enviarle a Elisa un dragón de peluche muy agradable que consiguió hacerse amigo de Elisa.
Desde aquel momento la niña no volvió a tener miedo y empezó a dormir plácidamente.


Además de estos cuentos, el libro cuenta con historias para vencer la timidez del primer día de colegio, para aprender a lavarnos los dientes, para no ser tan antojadizos con los juguetes...
Considero que vosotros podéis sacar el mismo provecho a estos cuentos que mis padres obtuvieron de ellos cuando yo era pequeña. ¿Os atrevéis a comprobarlo?

viernes, 16 de enero de 2015

El mundo de Teo

Hoy me voy a centrar en la colección de libros de un famoso diablillo pelirrojo al que todos conocemos, con el que nos hemos identificado más de una vez y que comparte las mismas inquietudes e intereses que tienen nuestros hijos.


Estos libros llegaron a mí digamos que por "herencia". La mayoría de mis primos son mayores que yo, por lo tanto me iban dando todos aquellos juguetes y libros que ellos ya no utilizaban. Entre todos ellos, se encontraban algunos libros pertenecientes a esta colección. 
Me interesé mucho por ellos puesto que con cada libro tenía la sensación de que cada vez conocía más a Teo. Cada vez me identificaba más con él puesto que nos ocurrían las mismas cosas y poco a poco yo iba haciendo mis descubrimientos a la vez que él hacía los suyos. Era como si creciéramos juntos. 
Debido a esto mi madre decidió ampliar la "recolección" de cuentos que yo había hecho de mis primos, comprando alguno más.

Una gran ventaja con la que cuentan estos libros es que tienen unas ilustraciones muy grandes y completas por lo que a la vez que los niños van siguiendo nuestras explicaciones, van observando los dibujos y reconociendo algunos objetos y situaciones que les son familiares y otras que no tanto, las cuales debemos explicarles.

Para quienes no conozcáis mucho esta serie de libros, voy a comentaros algunos de ellos.

Teo y sus abuelos nos ayuda a hablar de la vida en el campo y de todo lo que se puede hacer cuando se vive en la naturaleza. Además nos permite tratar la bonita relación y el vínculo tan fuerte que suele existir entre abuelos y nietos. 


A continuación voy a analizar algunas de las imágenes que aparecen en este libro para que podáis observar las grandes posibilidades que esta colección ofrece:


En casa de los abuelos. Esta ilustración nos da mucho juego. Con ella podemos hablar de los abuelos, de lo que nuestros hijos hacen con ellos, de cuantas cosas aprenden y les enseñan... lo cual le permite al niño participar activamente. También nosotros podemos hacerles preguntas y que nos cuenten los elementos que ven en la imagen.



Haciendo mermelada. En esta viñeta podemos trabajar la diferencia entre productos hechos en casa y productos comprados de la tienda. Además, algo que a nosotros nos parece muy obvio pero que a ellos no, los productos que nosotros compramos no tienen su origen en el supermercado.



Toda la familia. En esta ilustración podemos ver las distintas habitaciones y zonas con las que cuenta una casa y los distintos elementos que podemos encontrar en cada una de ellas.

Teo en el hipermercado es un libro que nos permite hablar con nuestros hijos de la importancia que tiene comprar comida para alimentarnos y productos para el hogar. Les mostramos de manera profunda el lugar donde se realiza la compra y donde ellos podrán identificar los productos que ven en sus casas, además aprenderán qué es lo que se puede encontrar en un supermercado. No solo eso sino que también nos permitirá ver como hay que comportarse en lugares tan grandes.



Teo y su perro nos permite hablar de los animales de compañía. Esto es algo que a los niños les llama mucho la atención, a la mayoría de ellos les gustaría tener un animal en casa pero debemos mostrarles que tener un animal implica también cuidarlo, atenderlo y quererlo.


En mi opinión, de estos libros podemos obtener dos tipos de lectura dependiendo de la edad de nuestros hijos. Por un lado, una lectura más descriptiva, nombrando los objetos y situaciones que van apareciendo en cada página y por otro, una lectura más profunda siguiendo el hilo argumental de la historia.

La mayor parte de los cuentos de Teo nos ofrecen a los padres en las hojas finales del mismo una guía que nos servirá de orientación en la que aparecerán los principales centros de interés que podremos encontrar en cada libro y en los que debemos centrarnos principalmente con el objetivo de que el niño vaya adquiriendo nuevos aprendizajes.

Personalmente creo que esta colección de libros es un rico instrumento didáctico a la vez que estimula la curiosidad de nuestros hijos, contribuye a despertar su interés por la lectura y a desarrollar su capacidad de observación.

Definitivamente, son cuentos de la vida cotidiana, de nuestra vida cotidiana.

lunes, 12 de enero de 2015

María Antonieta la Pandereta cambia su dieta

Hoy he decidido hacer un pequeño paréntesis sobre los libros de mi infancia para proponeros la lectura de un pequeño cuento elaborado por mí.

El tema que decidí escoger gira en torno a la importancia de una alimentación saludable. La razón de que haya decidido incluir este cuento en mis recomendaciones es que en mi opinión no hay muchos libros conocidos, o por lo menos en mi infancia no los había, que traten sobre este tema y me parece que es de gran relevancia. 

Allá voy. . . 

"Erase una vez y mentira no es, que en algún lugar y que aquí no es, vivía una hermosísima niña, muy pequeñita, llamada María Antonieta la Pandereta.


Esta niña, vivía con su papá Casimiro el Güiro, en una gran y bonita casa.


María Antonieta la pandereta era muy cabezota, solamente le gustaba comer chucherías, pizzas, hamburguesas…, en fin, comida poco saludable, pero es que le sabían tan tan tan ricaas mmmm…
Su papá Casimiro el Güiro se enfadaba con ella y le reñía porque no quería comer. Todos los días intentaba convencerla de mil maneras, pero nunca lo conseguía, estaba muy preocupado.

Un día, a la hora de merendar, Casimiro el Güiro no se encontraba en casa y María Antonieta la pandereta tenía mucho hambre, hasta tal punto, que le sonaban la tripitas, gggrrr…
La niña corrió hacia la cocina para buscar algo rico y así poder merendar, pero no logró encontrar sus chucherías en el armario donde siempre estaban guardadas, asique se entristeció mucho.
Al fin se dirigió a abrir el frigorífico para encontrar otra cosa para merendar y por sorpresa, descubrió algo que jamás había imaginado, todos los alimentos tenían vida propia, el pescado hablaba con el plátano, las sardinas nadaban en su lata… 

Pero de repente, escuchó una vocecita que salía del fondo del frigorífico, eran las espinacas que la estaban hablando: 
     - María Antonieta la Pandereta, somos Maracas las espinacas, estamos muy enfadadas contigo.


Al decir esto, la niña encogió de repente como por arte de magia y sin saber ni cómo ni por qué se encontró en el interior del frigorífico.
María Antonieta la pandereta sorprendidísima grito: 
    - ¿Qué hago aqui?, ¿Qué queréis de mi?... ¡Quiero salir, en este sitio hace mucho frío!.

Maracas las espinacas le dijeron
    - Te vamos a enseñar el hermoso mundo de la comida saludable, y verás que somos muy amables, te presentare a mis colegas que seguro que no ponen pegas. Comenzaré con una amiga, Marina la sardina, la de la caja china.

Marina la sardina dijo
   - Hola María Antonieta la pandereta, soy Marina la Sardina, como puedes ver vivo en una caja china, soy un tipo de pescado pero no estoy muy salado, a todo el mundo le gusto, pero que no te guste a ti no es justo, me tienes que comer para poder crecer.


Maracas las espinacas, Marina la sardina la de la caja china y María Antonieta la pandereta, fueron a conocer al siguiente amiguito…

    - Soy pan el pandero, hijo del panadero, cómeme, pero no entero, en un bocadillo de solomillo. Soy crujiente pero no te rompo los dientes.


Maracas las espinacas, Marina la sardina, la de la caja china, pan el pandero y María Antonieta la pandereta, siguieron buscando nuevos alimentos que conocer.

   - Hola amigos, mi nombre es Plátano Mariano de apellido piano. Soy una fruta muy muy sana, tengo mucho potasio y si me comes, no necesitas ir al gimnasio.


Maracas las espinacas, Marina la sardina, la de la caja china, pan el pandero, el plátano Mariano de apellido piano y María Antonieta la pandereta continuaron su aventura en el frigorífico hasta que se encontraron con…

   - Hola Holita, somos los espaguetis Anabel y Maribel, las primas del cascabel. Nos puedes comer, con tomate o a la bechamel. Somos carbohidratos y siempre vamos servidas en platos. Y por último tenemos que decirte, que sabemos de rechupete, si eres nuestra amiga te daremos un besete.


Finalmente, Maracas las espinacas, Marina la sardina, la de la caja china, pan el pandero hijo del panadero, el plátano Mariano de apellido piano, los espaguetis Anabel y Maribel, las primas del cascabel, le dijeron a la niña: 
   - ¡Bueno María Antonieta la pandereta, nuestra misión ha acabado esperamos que tu opinión sobre la comida saludable haya cambiado!.

Al decir esto, como por arte de magia, María Antonieta la pandereta, salió del frigorífico y volvió a su tamaño original. La experiencia había sido tan impresionante que María Antonieta la pandereta no sabía si todo había sido un sueño o si realmente había ocurrido de verdad.

No le dio tiempo ni a salir de la cocina cuando su papá Casimiro el Güiro entró por la puerta: 
  - María Antonieta cariño, siento haber tardado taaaanto, pero me he entretenido en el supermercado, ¿tendrás algo de hambre verdad?

  - ¡Papá, papá, si, si, tengo muchísimo hambre, quiero merendar un plátano, y de cena quiero espinacas, y mañana sardinas y y y….!

Casimiro el Güiro se quedo asombrado:
    -  María Antonieta, no me puedo creer lo que estoy oyendo, ¿Cómo has cambiado de opinión?.

María Antonieta la pandereta contestó: 
    - Es un secreto, lo importante es que me he dado cuenta de lo buena que es la comida saludable.


Y así se acabó este cuento, con pan, pimiento y todos contentos."

A través de este cuento, el cual he intentado hacer lo más lúdico y dinámico posible, pretendo que tanto vosotros como vuestros hijos, toméis conciencia de lo importante que es llevar una vida saludable.
Con esto no quiero decir que de vez en cuando no tomemos dulces o pizzas, todo se puede comer en su justa medida. Debemos saber cuando hay que tomar cada cosa y en qué frecuencia.

Actualmente en los colegios se está teniendo cada vez más en cuenta este tema y se trabaja de manera continua pero no debemos dejar que esto se quede en un simple aprendizaje escolar sino que debemos plantear una continuidad en casa.
Si no iniciamos a nuestros hijos en una vida saludable desde pequeños, luego de mayores, nos costará mucho cambiar este hábito. 
Debemos enseñarles la importancia de comer fruta, verduras, pescado... y lo buenos que son estos alimentos.

Si os ha parecido interesante, tratad de conseguir que a vuestros hijos también se lo parezca.

domingo, 11 de enero de 2015

Jamás debemos perder la llave de recoger

¿Recordáis lo mucho que nos costaba recoger los juguetes de pequeños?

Aún recuerdo los enfados de mi madre cuando yo era pequeña porque no recogía los "trastos" que sacaba para jugar. 
Un día apareció con este cuento y me hizo comprender que resulta mucho más complicado recoger cuando se te han acumulado muchos juguetes, que hacerlo cuando termines de jugar con cada uno de ellos. Algo parecido le sucedió al protagonista del cuento Clemente y el orden.

Clemente era un niño al que le encantaba jugar pero odiaba recoger los juguetes después. Su habitación llevaba tres días hecha un desastre y su mamá estaba empezando a cansarse de repetirle todos los días que la ordenara. De la cantidad de desorden que tenía, ni siquiera podía pasar por las noches a leerle un cuento.


De repente, Clemente se dio cuenta de que dentro de unos días sería el cumpleaños de su madre y quería comprarle un bonito regalo por lo que decidió contar el dinero que tenía en la hucha pero, ¡la llave había desaparecido!.
La abuela de Clemente le dijo que para poder encontrar la llave entre tantas cosas, era necesario que fuera recogiendo poco a poco.
Finalmente el niño decide que lo mejor es hacer caso a su abuela y acaba recogiendo todos los juguetes. Justo debajo del último, encuentra la llave de su hucha y por fin puede comprarle un regalo a su madre.


Clemente perdió la llave de su hucha y de algún modo, la llave de recoger.

Todos alguna vez hemos sido Clemente cuando eramos pequeños. Nos encantaba sacar juguetes pero cuando nos queríamos dar cuenta eran tantos que nos costaba recogerlos. 

Debemos enseñar a nuestros hijos que después de cada juego deben recoger todo el material y así éste no se acumulará, por lo que no les costara trabajo recogerlo.
Además, si mantenemos un orden nos resultará mas complicado perder cosas o perder tiempo en encontrarlas.
Esto es aplicable tanto para ahora como para un futuro, si de pequeños les enseñamos a guardar u orden, de mayores no les costará hacerlo. Deben aprender a ser ordenados con sus juguetes, con sus cosas personales y también con sus tareas escolares y ahí estaremos nosotros para que lo recuerden.

sábado, 10 de enero de 2015

El rey Midas

"Caléndula no entendía aquella afición que tenía su padre por el oro, pero lo que más la entristecía es que nunca tuviese tiempo para jugar con ella o para contarle un cuento".

Hace mucho tiempo reinaba en un país lejano un rey llamado Midas. Este rey era inmensamente rico, pues tenía más oro que nadie en el mundo, pero aun así le parecía poco.
Midas se pasaba los días enteros encerrado en sus cuevas secretas contando cada una de las monedas que tenía.
Su hija Caléndula vivía muy triste porque su padre no le hacía caso y no tenía nadie que jugara con ella, que la enseñara o que la leyera bonitos libros.
Un día Midas se encontraba en sus cuevas contando y recontando dinero cuando de repente apareció un extraño hombre que decía querer ayudarle y le concedió la oportunidad de que todo lo que Midas tocara se convirtiera en oro.
El rey estaba entusiasmado porque cada cosa que él tocaba acababa convirtiéndose en oro reluciente pero poco a poco se empezó a dar cuenta de que esto entorpecía su vida cotidiana, no podía comer porque la comida se convertía en oro e incluso un día convirtió sin querer en oro a su hija.
A partir de este momento se dio cuenta de lo tonto que había sido valorando más el oro que a su propia hija y deseó acabar con esta pesadilla. El extraño hombrecillo le concedió el deseo y Midas se convirtió en un rey justo y generoso.

Este cuento nos ayuda a enseñar a nuestros hijos que la avaricia y el egoísmo no son buenos compañeros de viaje pero no solo nos permite enseñárselo a nuestros hijos sino que nos hace reflexionar a nosotros mismos.

Una de las interpretaciones que yo hago de este cuento es que no debemos obsesionarnos con nada que nos haga perder la noción de lo verdaderamente importante en nuestras vidas. Debemos dedicarles el mayor tiempo posible a nuestros hijos antes de que sea demasiado tarde.

A continuación os dejo un video donde podemos ver el cuento de una manera interactiva y lúdica:


viernes, 9 de enero de 2015

¿Luchamos por la Paz?

Todos los 30 de enero se celebraba en mi colegio el Día de la Paz. Un día muy esperado por todos para el que teníamos preparadas numerosas actividades, una de ellas, la preparación de un mercadillo de libros relacionado con este tema.

De este mercadillo del que os estoy hablando procede el libro que os voy a mostrar hoy, el cual tiene para mi una gran carga emocional. 
Ha pasado mucho tiempo y he tenido que volver a releerlo, lo cual me ha transportado a esos años de colegio en los que el Día de la Paz era un día que provocaba en todos nosotros un gran entusiasmo. 

En este cuento, la paloma de la Paz tiene la complicada tarea de llevar un mensaje de Paz importante a tierras muy lejanas. La paloma llevaba muchos días volando sin parar para entregar el mensaje lo más rápido posible.

                  

De tanto cansancio acumulado, la palomita perdió el rumbo, ya no podía volar más así que decidió bajar del cielo y pedir ayuda a los niños que veía desde el cielo para cobijarse, beber agua, descansar, resguardarse del frío...
Estos niños negaron su ayuda a la paloma y se burlaron de ella con gran antipatía pero de repente, la paloma se encontró con una agradable niña llamada Leonor que consigue hacer que todos sus amiguitos se den cuenta de su mala actuación.

                   

Finalmente entre todos enmiendan sus errores, ayudan a la palomita y consiguen que encuentre su camino y continúe su misión.

                   


Esto es lo que todos los padres deberíamos inculcar a nuestros hijos, la colaboración para que la simbólica paloma de la paz nunca pierda su camino.
Leonor y finalmente sus amigos, nos enseñan que todo se puede conseguir con unión y colaboración. Todos debemos cooperar para lograr un mundo mejor.

Algo que nos solemos preguntar cuando se habla de estos temas es, ¿la Paz?, ¡Qué palabra tan compleja!, ¿Cómo conseguirla?... En mi opinión, la palabra Paz es algo sumamente amplio que se constituye gracias a la unión de muchos otros valores como la bondad, la sabiduría en nuestras acciones, la sinceridad, la colaboración... Valores que nos marcan el camino, que nos dan las pautas para vivir pacíficamente con los demás y con nosotros mismos.

Realmente no creo que esto sea algo imposible, quizá un poco complicado. Nuestros hijos son el futuro y por ello tenemos que educarles desde bien pequeños en todos aquellos valores que nos ayuden a la consecución de este gran fin, que no debería ser un fin complicado de conseguir, sino una forma  de vida, la PAZ.